· 

Paseo temático de otoño

El otoño es una estación ideal para organizar paseos temáticos. Actividades tan aparentemente sencillas como ésta, ayudan a  nuestros pequeños a desarrollar su capacidad de observación, al tiempo que aprenden a identificar objetos del entorno, desarrollan la atención, la concentración, y por supuesto, entrenan sus habilidades motoras. También es una oportunidad para ampliar el vocabulario, enriqueciendo más si cabe la experiencia, cuando acompañamos el paseo con preguntas y descripciones acerca de lo que vamos observando.

¿Qué necesitamos? Ropa y calzado acorde a la estación, cesta o bolsa para guardar los tesoros que vayamos encontrando, y muchísimas ganas de aprender y disfrutar. ¿Cómo iniciamos la actividad? Invitamos a nuestros pequeños a salir a pasear y buscamos objetos en el entorno como por ejemplo piedras, hojas, flores, frutos… Podemos jugar a clasificar los distintos elementos, y una de las propuestas puede ser -por ejemplo- hacerlo por colores.  

 

¿Qué tal si localizamos objetos sólo de color verde? En el caso del otoño, podemos jugar con los colores de esta estación. Marrones, rojos, amarillos, naranjas... Transcurrido un ratito podemos hacerlo con otro color o programarlo para nuestra próxima excursión.

 

¿Y si al llegar a casa creamos un círculo cromático con elementos de la naturaleza? ¡Sería una actividad fascinante! (Para las personas que estáis cursando nuestras acciones formativas, esta actividad está descrita en la segunda edición de nuestro curso Educar para la Paz, de la mano de nuestro querido Vincent Van Gogh que visita nuestro pueblo de la paz. Tenéis a vuestra disposición todos los cursos aquí).

Durante los primeros años de vida, el niño absorbe el mundo que le rodea a través de los sentidos, y con todo su cuerpo. Antes de los tres añitos, nuestros pequeños se interesarán por los colores, las formas, las texturas, y podremos ofrecerles materiales y actividades de discriminación sensorial.

 

Pero es en la etapa entre los tres y los seis años, cuando se presenta el período sensitivo del refinamiento sensorial (esas ventanas de aprendizaje que identificó Maria Montessori en el niño y que analizamos en nuestro curso de Introducción a la Pedagogía Montessori), y los niños se interesan por redescubrir y explorar el ambiente, ahora de manera más consciente. Entonces podremos poner a su disposición materiales específicos para el desarrollo de este área, y trabajar para nombrar, discriminar o categorizar las diferentes impresiones sensoriales. 

A partir de los tres añitos de edad, podemos incorporar una lupa al paseo temático para analizar los diferentes elementos con más detalle. Y según la estación en la que nos encontremos podemos crear diferentes materiales de juegos, desde el cesto de tesoros, una herramienta que en casa nos fascina, hasta crear mandalas con las hojas del otoño, cuadros, bastidores con una prensa de flores, estampar telas, diseñar postales ¿Comenzamos? ¡Nos encantará ver vuestras propuestas!

 

¡Nos vemos en el próximo post!

Escribir comentario

Comentarios: 0