Maria Montessori revolucionó los parámetros educativos existentes hasta el momento. Abrió las puertas del aula para que entrase aire y luz; introdujo cuadros, flores… Y puso al frente a un maestro diferente, que respetara la espontaneidad de los pequeños y acompañara el aprendizaje. Siguiendo su método pedagógico, los niños interactúan en un ambiente preparado que promueve su autonomía, independencia, voluntad, capacidad de elección y autodisciplina. El niño es su propio maestro. La experiencia bélica le llevó a concluir que la educación es el único camino para construir la paz. Trasladar esta filosofía a los hogares es uno de nuestros objetivos.
Los niños aprenden a ser responsables cuando tienen verdaderas oportunidades para aprender valiosas competencias sociales en entornos que conjuguen amabilidad, firmeza, dignidad y respeto. Tenemos una enorme responsabilidad social con nuestros pequeños. A través de los cursos de formación online basándonos en los principios de la disciplina positiva (disponibles en la sección casa de los niños), aprenderemos a trasladarle a nuestros pequeños cuán importante es valorarse a sí mismo y demostrarles que los errores son oportunidades maravillosas para aprender.
Lograr el acceso y la participación plena y equitativa de la mujer en sectores en los que la brecha de género persiste de manera significativa y luchar por una sociedad que no penalice la maternidad es un compromiso personal. Es tarea nuestra sensibilizar y concienciar a nuestros hijos sobre esta realidad para combatir la desigualdad social. Sólo de esta manera es posible erradicar la violencia de género y desterrar el sexismo de nuestra sociedad. La infancia nos demuestra que la humanidad es una y que en su desarrollo, el niño obedece a leyes naturales que son las mismas para todos.
"Cuando un derecho no es accesible a todos, es un privilegio para unos pocos.
Y los privilegios nos conducen a la envidia, la competencia, la frustración y, finalmente, a la lucha y a las guerras" André Roberfroid